Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

domingo, 27 de abril de 2008

EL ACTOR INVITADO

En Tenevanbe todo el mundo nos conocemos. Pasear por la calle La Rúa es exponerse a que te vean los amigos, los primos lejanos, las antiguas novias, los enemigos, o tus clientes favoritos.
Me metí en Mistral, mi cafetería preferida y Mónica, sin que dijera nada, me puso en la barra, un descafeinado de sobre, en taza grande, con dos azucarillos y en plato aparte, tres bizcochos de anís. No se olvidó de servir también, un vaso de agua de sifón. Es agradable que sepan lo que te gusta. Mónica me conoce desde hace años y sabe de mis preferencias, incluso sabe lo que me gusta ella.
Estaba leyendo el Babelia cuando una voz gritona y áspera me saludó:
- Pero hombre, ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Qué es de tu vida?
- Pero coño, si es Jeremías, respondí. Pues ya ves, aquí a desayunar ¿Qué tal Jere? ¿Sigues con tu voz de tenor?
- Pues claro y que no falte. Nos ha jodido. Tu como siempre, no cambias. Por cierto, ¿nos tendrás libre los días del puente?
- Pues si, los tengo libres.
- Pues te acaba de tocar la lotería. Te vienes conmigo a los ensayos y te apuntas a la Legión de Honor Francesa.
- No me jodas ¿Eso que es?
- Pues nada, que soy el Comisario de las fiestas del Dos de Mayo y necesito gente. Estaba buscando un actor para esos días y ahora al verte, me dije, pero si este da la talla. Te damos mil euros por dos horas los días 1, 2 y 3 y tres cenas a reventar.
- ¿Y qué tengo que hacer?
- Fácil. Te pones el uniforme de soldado napoleónico, el fusil con bayoneta de la época y a matar españoles se ha dicho. Tiramos salvas de pólvora al aire para meter ruido. Ensayamos dos tardes y listo.
- Pero Jere,. Que uno tiene su dignidad. Si fuera del bando de los españoles todavía, pero de francés yo no hago. Vamos, ni loco.
- Joder tío, pero si es puro teatro. Tu verás, pero vamos, un chollo así no se encuentra todos los días. Fíjate, van casi todos los del barrio, hasta Estrella la chica de Enrique el Cojo, se nos ha unido que va de francesa abanderada, con un trabuco así de grande y tan contenta que va. Con lo guapa que es, nadie le va a reprochar que vaya de napoleona.
- Hombre, si crees que merece la pena, apúntame.
La casaca me quedaba un poco grande y los pantalones algo largos, pero una pinza por aquí y un imperdible por allá, me las arreglé para aparentar bastante pinturero, incluso elegante. El caso es que aprendí bien mi papel y me harté a tirar tiros y hacer que mataba a cientos de enemigos. Estrella no se separaba de mi ni un momento. Hasta en las cenas se sentaba a mi lado. Con disimulo nos tocábamos por debajo de la mesa sin que nadie nos viera.
- ¿Cuántos años tienes, Estrella?
- Hago veinte en Junio.
- Vaya faena.
Cuatro o cinco días después de las fiestas iba por la La Rúa, tan tranquilo, cuando un gran chaparrón de agua fría me cayó en toda la cabeza. Miré para arriba y allí en un balcón estaban dos chiquillos con el cubo vacío gritándome: “francés de mierda”.
Me estropearon el traje, cogí un buen resfriado y eso fue lo que gané con el chollo de Jeremías. Nunca se pierde ni se gana del todo. Gané soñar con Estrella. Una locura maravillosa. O sea.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio