Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

sábado, 22 de septiembre de 2007

LA TORTILLA DE PATATAS (Y V)

Como escurrí bien el aceite del proceso anterior, sólo queda poner la mezcla de la patata, el huevo y la cebolla en el sartén bien caliente y a fuego lento. Con el tenedor de madera se aplana bien todo, para que quede con el mismo grosor ¿le puse un poco de sal? Creo que si. Ahora hay que esperar un poco a que salga la señal de que está en su punto la parte inferior. Esa señal es un leve humo. Pues como iba diciendo: los dedos son muy importantes, e incluso imprescindibles. De repente se abrazaron con toda la pasión del mundo. Descubrió sus preciosos senos y los presionaba suavemente contra el pecho de su hombre. Notaba como la enorme mano acariciaba y presionaba su espalda. Esa mano iba bajando, casi imperceptiblemente, hasta detenerse, un instante apenas, en sus glúteos macizos y tersos. Aquella mano se convirtió en dos dedos que acariciaron su ano para inmediatamente penetrar su sexo completamente excitado y húmedo. Esa sensación de sorpresa y placer, hizo que ella moviera su pubis y se abriera totalmente para permitir que los dedos la penetraran hasta lo más íntimo de su ser. Y con el suspiro le vino un placer inmenso que le derritió el alma y con un grito silencioso dijo: amor mío, amor mío, me volverás loca. El sacó los dedos lentamente y se los ofreció a ella, que de algún modo los esperaba, en su boca, chupó y succionó como si de un gran falo se tratara. Y estaba dulce, muy dulce, y era de ella. Ahí, justo en ese momento se dio cuenta de que estaba atrapada a ese hombre que le llevaba al paraíso con sus dedos. Los orgasmos nunca son iguales y aquél había sido tan intenso, más que nada porque era la primera vez que un hombre le hacía aquello. Su abrazo seguía inmenso, cuando notó cómo era penetrada por aquello que tanto deseaba, y notó como su inmensidad se abría paso hasta dentro totalmente, no pudo por menos que soltar una lágrima y repetir: amor mío, amor mío, haz de mi lo que quieras. Soy tuya para siempre. Pues así es. Los dedos son una maravilla. La gran pianista portuguesa María Joao Pires, es de constitución menuda y por consiguiente sus manos y dedos son muy pequeños. Esa dificultad primera para una pianista, María Joao Pires, la sustituye, con creces, con una gran agilidad y ductilidad que la permiten tocar como los ángeles. No obstante se ha visto limitada a interpretar determinadas obras de piano que requieren de manos más grandes. Las interpretaciones que hace de Shubert, Chopin, Bethovem y muchos más, son consideradas como de lo más alto que se ha podido conseguir en el piano. Rachmaninoff, un compositor y pianista considerado de los más influyentes de la música del S-XX, tuvo legendarias facilidades técnicas y manejo rítmico y sus largas manos le permitían llegar a una treceava en el teclado. Rachmaninoff medía un metro con noventa y ocho centímetros y sus manos eran relacionadas a su altura. Su Concierto nº 3, está considerado como el más difícil de interpretar. El compositor y pianista ruso, lo pudo hacer, en parte gracias a sus enormes dedos. Los guitarrista cuidan sus manos, sus dedos, como si fuera lo mejor de su vida. Observar las manos de Paco de Lucía, de cerca, como yo lo he hecho, permite reconocer la gran importancia de los dedos. Bueno, ya sale el humo. Ahora con el mismo plato de antes, tapamos la sartén, con mucho cuidado, le damos un giro de 180 grados y ..., aquí está. La mitad de la joya de mi maravillosa tortilla. Qué guapa me está quedando. Ahora se desliza por la parte de abajo en el sartén y se coloca todo bien, dentro de la sartén, se redondea, se mima un poco y a esperar. Pues así siempre.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio