Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

martes, 21 de octubre de 2008

EL ÁLAMO Y TU.

El álamo se desnudó en el río
para lavarse las raíces y humedecer sus hojas.
Le ví a través de las transparentes aguas
que desbordaban el cauce.
Vovió a clavárse en la tierra
y alzó iracundo sus ramas gritando al cielo
súplicas de jardines y noches.

No tuve miedo, ni al álamo, ni al agua.

Con silenciosa desnudez yaces junto a mi,
píel brillante, racimos de estrellas.
Ojos, como navajas de luna,
claváste ardidos sobre mi pecho.
Asesináste con ternura mis temores
y me aferré a tu cuello cuando el suspiro.
Me habláste de tu y devolvíste la vida.

No tuve miedo, ni de navajas, ni de besos.

Una sombra ha cubierto de nocturnos
mi periferia y anegado el territorio.
Veo yermo el terreno y estéril la cosecha,
pero sigo sembrando, en doloridos surcos,
preciosas semillas fertilizadas por un rayo.
La incesante lucha incluye ánimo y espera
de que me arranques la sombra y el álamo.

Aquí estoy, como un valiente,
muerto de miedo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio