Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

jueves, 19 de febrero de 2009

LOS RELÁMPAGOS

I
Antes de los relámpagos,
hablaba mi padre de plantar geranios,
una parra, y un cerezo.
Es bonito imaginar jardines.
Mi padre, el mejor padre.

Hoy tenemos arroz con leche,
hablaba mi madre, y turrón de almendra.
Si sois buenos tendréis buena cosecha,
sembrad con la mejor simiente .
Mi madre era... mi madre.

Me enseñaron a sumar y a multiplicar,
hablaba mi hermana, con un libro
en sus delicadas manos de niña pequeña.
Sería bonito sumar, siempre sumar.
Mi hermana..., viva como una estrella..

II
De repente, un gran estruendo,
infinito estruendo, que precede al cataclismo.
Noche cerrada y la manos vacías.
Imposible describir razonablemente.

Sirenas y llantos por todas partes.
¡Son bombas, son bombas!
gritaba mi padre. El aullido
del infierno, decía mi madre.

III
Levantaos hijos, levantaos,
que nos viene lo terrible.
Salir con lo puesto
y no temáis a la sangre,
ni a los relámpagos.

¡Madre, tengo miedo!

Levantaos, hijos levantaos,
que nos han robado la paz
y matado la vida que era nuestra.
Sólo queda sangre, estruendos
y fuego de relámpagos.

El río baja teñido de guerra y rojo,
se nos queman el cielo y la tierra
y arden todos los muertos.
¡Sangre, demasiada sangre!

¡Madre, tengo miedo!

Todos muertos bajo los escombros.
Por los agujeros del tejado se ve la luna,
las tapias por los suelos, el pelo rubio
de mi hermana y una mano carámbano,
ensangrentada, tendida, abierta y vacía.

¡No existe dolor semejante!

Extenderme para coger la mecha
y encender un relámpago
que siembre luz de justicia
y esperanza en los hombres,
humanamente hablando.

Madre estoy solo,
pero no tengo miedo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio