CUENTO TIBETANO
Un joven monje, en su Monasterio Tibetano, hacía el camino diario de meditación. Al encontrarse con su Maestro dijo:
- Maestro, ¿en mi paseo de meditación puedo fumar un cigarrillo?
El Maestro le miró fijamente a los ojos y contestó:
- No.
Al poco rato el joven monje se encontró con otro joven compañero que venía meditando y fumando plácidamente. Extrañado le dijo:
- Compañero joven monje, observo que vienes fumando ¿Le preguntaste al Maestro si podías fumar en tu paseo de meditación?
- Si, le pregunté.
- ¿Qué te contestó?
- No
- Maestro, ¿en mi paseo de meditación puedo fumar un cigarrillo?
El Maestro le miró fijamente a los ojos y contestó:
- No.
Al poco rato el joven monje se encontró con otro joven compañero que venía meditando y fumando plácidamente. Extrañado le dijo:
- Compañero joven monje, observo que vienes fumando ¿Le preguntaste al Maestro si podías fumar en tu paseo de meditación?
- Si, le pregunté.
- ¿Qué te contestó?
- No
2 comentarios:
Cual seria la moraleja? por ejemplo: ¿vive y deja vivir?,…
Feliz dia y gracias por tus escritos que tanto me gusta leer.
Luna del Alba
Gracias anónimo por tu fidelidad y tus atentos comentarios. La moraleja, si es que la hay, podría ser la que apuntas y otras muchas. Depende de cómo te pille el cuerpo. Se me ocurre que podría ser algo así como que cada uno tiene su propia personalidad y su manera mejor de meditar. Lo de fumar o no da igual. Lo que importa es el fondo. Felices días siempre. Besos.
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