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martes, 15 de julio de 2008

EN MI PUEBLO NO HAY NEGROS. II

Quedamos en vernos en su despacho, sobre las ocho y media de la tarde del día siguiente, al cerrar la Academia y quedarse sola. Me había sorprendido su confesión de ayer, mientras comíamos. Como ya es sabido la realidad supera a la ficción. No podría haber imaginado el berenjenal en el que estaba metida mi clienta.
- ¿Cómo estás?
- Preocupada, pero bien. Ponte cómodo, estás en tu casa ¿Tomas algo?
- Coca cola, si tienes.
- Tengo. ¿Te sorprendió lo que te conté ayer?
- Mucho. Lo que importa es si eres feliz
- Cuando estoy con él inmensamente. Me duele porque engaño a mi esposo y por la plata que me cuesta. Me imagino que es el precio que me toca pagar. El problema es que es un trabajador de la empresa. Si fuera un extraño sería distinto. Aquí hay doble complicación: laboral y afectiva.
- ¿Cuánto le estás dando?
- Como puedes imaginar para mi es algo que me sobrepasa porque se trata de una persona especial, muy grande física y moralmente, culto, políglota, casado, que esa es otra, un gran hombre de raza negra. Nada más verle me impactó su presencia, su animalidad, su corpulencia. Como mujer nunca había imaginado que me pudiera impactar tanto su figura. Me gusta el jazz, el blues, el gospel, la música étnica y todo lo africano, como ya te dije, pero la sorpresa es que ese hombre despertara en mi un animal dormido que habitaba en mi sin que yo lo supiera. Se dio cuenta nada más verme y desde el principio caí enamorada como una adolescente. Imagina. Sexualmente siempre fui normal. De repente surgió el volcán. Al tercer día le mandé esperar y me adelanté, ofreciéndome, vos sabés. Cuando vi su desnudez, su hombría, su... ya sabes, un cuerpo negro, grande, con esa sonrisa tan blanca, esa boca tan enorme, esa cabeza, ese miembro... me dije, dios mío, es real, y está desnudo para mi. Su experiencia, su dominio, su herramienta, su energía... total que me enamoré como loca de loquero, porque me descubrió un mundo inimaginable, porque es una persona admirable, llena de sensibilidad y ternura, que me lleva a la gloria y sólo pienso en estar con él. Un día me pidió dinero prestado, se lo di y le dije que no me lo devolviera... ahora me lo exige y a veces agresivo, vos entendés. Mantiene a su familia y además manda dinero a sus padres y hermanos, que viven en Senegal en situación precaria. Vos me dirás como resuelvo el embrollo.
- ¿De cuanto estamos hablando?
- Dos mil mensuales, más la nómina.
- Hay que cortar en cuanto antes. Mañana le pones sobre la mesa sus nuevas condiciones laborales.
- No quiero perderlo. No puedo imaginarme sin su...
- Así no puedes seguir, o quebrará tu empresa y te quedarás sin lo uno y sin lo otro. Proponle esto aumento de nómina, hasta mil quinientos mensuales, una paga mensual de mil euros, en especie, que puedes desgravar. O acepta eso o no puedes renovarle el contrato, antes de cumpla los tres años como fijo.
- Se lo diré, pero tengo miedo que se vaya de la lengua y se entere mi esposo.
- Si no acepta, hablas con tu marido. Dile que te chantajea y te obliga a acostarte con él, recuerda que es negro, todos te creerán. No puedes permitir ni chantaje económico ni emocional, tienes a tu favor que es negro.
- Eso es injusto y racista por tu parte. Creo que cambiaré de asesor.
- Muy bien, gracias por la coca-cola.
Así es como perdí una cliente. Metí la pata, no tuve en cuenta que está enamorada y que hay temas sensibles como el racismo, por ejemplo. Estoy harto de las susceptibilidades de la gente, como la argentina que no entendió, o no quiso entender, que los negocios no se pueden mezclar con los sentimientos. También me gustó “Memorias de África”.

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