Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

miércoles, 9 de septiembre de 2009

CUENTOS DE UN VERANO RABIOSO COMO CHISPA DE CHISQUERO

CUENTOS DE UN VERANO RABIOSO COMO CHISPA DE CHISQUERO
I
Más vacío que un cráter lunar.
En una de esas tardes de agosto en las que la temperatura de las sábanas se hacía insoportable, las avalanchas de recuerdos aplastaban el más mínimo resquicio de serenidad, más por diligencia que por el agobio del desasosiego, unido a un desesperado deseo de respirar aire de la calle, aunque fuera caliente, animó a que me decidiera a salir a dar un paseo con el último Babelia en la mano.
En la avenida apenas gente, los coches se habían ido a la playa o a los pueblos pequeños y en las ventanas no se veían cristales, sólo persianas bajadas. Las casas están vacías como mi corazón, por la acera de la sombra se agradecía la ligerísima brisa y respirando hondo, me sentía contento de haber salido de la casa ardiendo.
En El Retiro, poca gente, cuatro paseantes de perros, tres ciclistas y dos o tres patinadores. Me senté en un banco solitario, mi preferido, bajo unos pinos que de vez en cuando me regalan riquísimos piñones que recojo cuando lo visito. Es uno de esos bancos de diseño antiguo que tienen doble asiento. Por el paseo central venían dos chicas, dos adolescentes, bien vestidas, modernas y guapas, aunque una de ellas destacaba por su exuberancia y su... presencia exagerada como de aspirante a vedette de si misma.
Era el único que estaba sentado en un banco leyendo y disfrutando de la sombra fresca del piñonero. Las chicas, en su animada conversación no se debieron dar cuenta de mi presencia, o si, y se sentaron en el mismo banco, a mis espaldas. Hablaban alto y su tono parecía ser a propósito para que las oyera perfectamente.
- ¡Qué ganas tenía de sentarme, tía!
- Anda que yo, tengo un callo en un pie que me está matando.
- ¿Quieres un cigarro?
- Paso. Si fuera de los otros, a lo mejor.
- Pues ya te digo, va el tío y dice: “eres mi princesa, te quiero“.
-¿Dijo eso?
- ¡Jo! tía, te lo juro, lo dijo.
- ¿Y tu qué dijiste?
- Me hice la tonta, cerré el messenger y la cam sin decir ni adiós.
- Jo... si llega a ser a mi, me vuelvo loca, claro que eso no me lo dicen.
- Pues a mi a todas horas. Estoy harta de que me digan que soy una muñeca, que soy una barbie, que soy una super star, que valía para el cine, que si quiero posar para ellos, que si quiero ya sabes, que si llevo brasileñas, qué agobio tía.
- Qué suerte, a mi nadie me dice esas cosas. Claro que no me extraña que te lo digan, eres tan guapa, tu pelo tan rubio y con tanto volumen, esos ojos, me encantan tus ojos, tía, y tus pechos , y todo, si es que... tienen razón, eres irresistible, pero claro, hay que saber comportarse y yo no te lo voy a decir porque soy chica y tu amiga... pero es que ni yo lo puedo evitar: eres preciosa, me flipa ir contigo, aunque nos mire todo dios.
- Me ofende que me lo digan a todas horas, ya viene desde niña... no me importaría ser como tu, porque, te digo la verdad, estoy harta de que me miren como si fuera un objeto de colección, o aún peor, un objeto decorativo. Si supieras lo mal que lo paso siendo tan guapa. Preferiría mil veces ser como tu, pero...
- Si fueras como yo no te comerías una rosca. Paso desapercibida.
- Mejor así, porque las roscas que me he comido yo no te creas que...
- ¿No te han gustado?
- Menos dos que son secreto, fracasos. Los prefiero mayores, que tengan experiencia, que me enseñen cosas que sólo ellos saben. Me molan los mayores, tía, no lo puedo evitar... Me pasa como en la canción de El Canto del Loco, lo haría mejor con los padres de mis ligues... ¿Qué pasó con el Richard, que os vi muy animados?
- Nada, como estábamos medio pedo, solo morreo y a dormir como los niños buenos. Es tonto en vez de hacerlo, se pone a beber, no lo entiendo. Sabe que me tiene y no me aprovecha. Así que estoy muy rayada.
- ¡Qué rollo! Deberíamos dar una aliciente a nuestra vida. Montarnos algo fuerte...un grupo de pop o algo, porque me siento más vacía que un cráter lunar.
- Vale tía. Nos montamos un grupo de chicas, yo me pido la batería.
- Mola más uno de tíos y yo la cantante, super diva, super líder de mi propia banda.
- Ya te digo... una super star. Vamos anda, que no tienes remedio.
- Mola, aunque duela ¿Lo pillas? ¿Te gustan los shorts de hoy?
- Jo, tía, lo sabes. Me gusta todo lo tuyo, pareces una modelo, algo exagerada, pero en ti, perfecto.
- Son como un guante, hasta se me meten por ahí, imagínate.
Se fueron dejándome más pensativo que estaba o, tal vez, más vacío que un cráter lunar.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio