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miércoles, 25 de noviembre de 2009

MINICUENTOS MÍOS MENOS UNO.

Hace días que llueve a cántaros y la gata se comió el último grillo que nos mantenía despiertos.
María Soledad Uranga.

Una se hizo pasar por Otra. Otra me pareció tan maravillosa que Una terminó teniendo celos de la otra.

En el suelo, pisoteada, una carta. La carta decía: “Si contestas, te amaré toda mi vida“. Imposible identificar su remite.

De entre todas destacaba ella. Destacaba tanto, pero tanto, que la dejé pasar. Que llegue si quiere. No habrá nadie.

En la senda se notaban pisadas de zapatillas de chica. Me fue imposible alcanzarla. Serán de ayer, dije.

Tenía tanto pelo y tan abundante, que le tapaba la cara. Mejor así, seguro que es preciosa.

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Evaristo,
Me gustaron mucho tus micros. Esa negación, ese no lugar tan presente en todos.
Respecto al mío, sólo una corrección. El original es así: "Hace días que llueve a cántaros. Y la gata se comió el último grillo que nos mantenía despiertos. (Es apenas un punto, pero bue..)
Gracias y saludos,
Sole

6 de diciembre de 2009, 13:51  
Blogger Evaristo Cadenas ha dicho...

Muchas gracias por tu visita a mi blog y por tu comentario. Había escrito muchos microcuentos, pero al leer el tuyo en una información de "EL MUNDO", me animé y escribí una serie nueva que incrementaré en cuanto pueda. En mi caso escribir es un sacrificio porque trabajo en otra cosa muy distinta. Un saludo y enhorabuena por tu premio tan merecido. Tu minicuento es precioso por que dice y por lo que no. Un saludo de agradecimiento. Evaristo Cadenas.

6 de diciembre de 2009, 17:20  

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