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viernes, 6 de noviembre de 2009

Tú serás mi próximo sueño.

El Arte, como tal, es atractivo y magnético como una droga, como la escritura, como la música, como la poesía. Si se cae en las garras de la obsesión y del placer de la contemplación de la obra artística, como creador o como simple aficionado, nunca tendrás bastante, siempre querrás más y más, porque a medida que vayas descubriendo nuevos artistas, nuevas técnicas, nuevas interpretaciones, más querrás investigar y alcanzar nuevos descubrimientos, porque nunca te saciarás. Serás esclavo del Arte como la enamorada lo es de su enamorado y viceversa.

En estas y otras cosas semejantes pensaba la pequeña Lena cuando, con el vaso de vino en la mano, observaba minuciosamente cada uno de los cuadros de Leo, la mujer Artista, allí expuestos: “Encadenada a Ulises. A dios gracias pude romper el eslabón“. De la serie “Las cadenas”. 125 x 115 cms. Collage y técnica mixta. 2009; “Olvidando el césped donde fui poseída”, de la serie “Las cadenas”.122 x 115 cms. Collage y técnica mixta. 2009: “Tengo por delante toda una vida de ínsulas y naufragios”, de la serie “Los abedules de la bahía”. 244 x 115 cms. Collage y técnica mixta. 2009, y así, uno por uno, hasta los diez cuadros y los tres trípticos, uno sobre el sol y otro sobre el fuego. Aquí hay mucho Arte, mucho talento, mucha poesía, mucho impulso creativo, mucho erotismo de la creatividad y de la fulgencia del incesante deseo de búsqueda creativa. Nace el deseo de inventar un lenguaje nuevo, un estilo nuevo, que vuelva a los orígenes, a los ancestros y que el espectador reciba latigazos de sugerencias y uno perciba a Zurbarán, otro a Dalí, otro a Galileo, otro a Magritte y yo... se decía la pequeña Lena, no tengo un referente claro y me gustaría tenerlo. He de adentrarme en el mistérico mundo de la ilusión artística y mientras observaba cada detalle de cada uno de los cuadros, iba escuchando los murmullos de las conversaciones de los otros y observaba cómo el hombre de la camisa de seda azul marino, que no hablaba con casi nadie, comía los restos del plato de queso y de chorizo y bebía vino por la copa de cristal a sorbos pequeños como son los sorbos saboreados y la pequeña Lena fue arrancada de su ligera ensoñación por Leo, que cogiendo su mano la llevó a un aparte y dijo:

- Estoy tan feliz que me harías muy idem, si ahora te pusiera tu collar y te llevara toda la noche atada de la cadena y que todos los invitados te follaran delante de mi. Pero hoy no, hoy solo es el inicio del inicio ¿Quieres?

- Si quiero.

- Vete a la cocina y saca del frigorífico las cuatro cubiteras de hielo. Espera a que llegue para que te pueda comer la boca y los pechitos ¿Quieres?

- Si quiero.

Algunos invitados no podían quedarse porque tienen niños pequeños u otras obligaciones. Se quedaron la secretaria de la Concejala y Almudena, su amiga, el matrimonio latino, el hombre que no hablaba con casi nadie y Venancetti, el nuevo rico diseñador de vestidos estilo pop art, propietario de cuatro tiendas super vanguardistas en Milán, París, Nueva y York y, por supuesto, Madrid. Lena antes de abrir la puerta del congelador observó con detenimiento la lista de los compradores y las cantidades comprometidas a pagar, que Leo había dejado en la mesa bajo las patas del frutero con fruta del tiempo. Cuatro compradores y setenta y cinco mil euros recaudados en los próximos días. Los cubitos en la gran jarra de cristal labrado y un pensamiento: ¿Cómo es posible que la gente pague tanto dinero por una obra como la Leo, o como la de cualquier otro artista? ¿Cómo es posible que haya tanta desigualdad e injusticia en el mundo? ¿Es el Arte, verdadero Arte?

- Este vestido te queda como un guante. Uno de los invitados me dijo al oído que estaba convencido de que no llevas nada debajo. Quieta así, contra la encimera, mira cómo te entran los dedos, mi pequeña Lena, dame la lengua ¿Te das cuenta de cómo estás?

- Si mi amor ¿Son tus dedos o tus palabras adornadas con la música de tu voz?

- Estás dulce, mi pequeña Lena. En el ático nos espera toda la noche para mis invitados y para nosotras. Te miraban porque te desean y se han quedado para ver si te consiguen. Eres tu el objeto de su deseo, porque de no haber estado tú aquí, esta noche, ya se habrían ido ¿Quieres dejarte llevar por el influjo de la luna?

- Si.

- Mi pequeña Lena, ya tienes un sueño conseguido: Egipto. Ahora lucha por otro de tus sueños ¿Cuál sería?

- Tú mi amor, tú eres mi próximo sueño.

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