Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

lunes, 4 de mayo de 2009

TERESA Y SOLEDAD, HERMANAS

II
Sin los trofeos.


- ¡Hombreeeeeeeeeee, pero si mi niña está sentada en su flamante silla de ruedas! !Qué alegría me das, hija!
- Papá, por favor, que no estoy de humor.
- ¿Donde está Teresa?
- No sé, ni me importa. Creo que fue al Mercadona a comprar algo que se le olvidó esta mañana.
- ¿Qué pasa que has estado llorando?
- No, no he estado llorando. Bueno, un poco solo.
- Pues me ha dicho un pajarito que tienes una lengua viperina. Que sueltas lagartos y culebras.
- Nos ha llamado tu hermana al móvil, llorando y muy preocupada por ti.
- Mámá, por favor, tu no te metas.
- Vale, no me meto.
- Pero Sol, no nos hables así que nadie te ha hecho nada. Queremos lo mejor para ti.
- Ya, tu sobre todo. El papá ejemplar que quiere que su hija sea la mejor tenista de España.
- Deja eso ahora ¿Te ayudó Teresa a ponerte en la silla?
- Nooooooo, no me ayudó. Tuve que arrastrarme hasta coger una muleta y poco a poco, llegué hasta la silla.
- Muy bien, así me gusta ¿Ves como cuando quieres, puedes? Es muy importante que uses la silla.
- ¿Como tienes el pie, hija?
- Como un balón de fufbol, mamá? Me lo tendrán que cortar.
- ¿Como se te ocurre pensar eso? Precisamente el cirujano nos ha dicho que en cuanto se te vaya la inflamación, tres o cuatro días, te operarán para ponerte unas prótesis que traen de Francia y que quedarás como nueva.
- ¿Y tu le creíste, papá? Es la quinta operación que me hacen en tres años. En esta me cortan el pie.
- Si pones de tu parte, si comes bien y te pones fuerte, si te convences de que superarás este trance, seguro que te pondrás como una rosa, como la rosa que siempre fuiste. Así que tu misma, que vas para veintidos años, hija.
- Cuatro de los cuales perdidos por culpa de un esguince mal operado. Un esguince producido porque el señor quería que su hija fuera la mejor tenista de España y parte del extranjero. Mira ahora, mira en lo que me has convertido.
- En una arpía, por lo que veo. Hija, no te lo diré más veces, o cambias o no cuentes conmigo y ya puedes llamar a tu hermana Teresa para pedirle perdón por la cantidad de barbaridades que le dijiste.
- Vete esperando. Bueno en realidad, ya lo había pensado. Cuando venga le pido perdón.
- ¿Dónde has puesto los trofeos y los diplomas?
- En bolsas de basura. Eran tus diplomas, tus trofeos, los apreciabas más que yo, así que los guardé en el trastero
- Siempre creímos, tu madre y yo, que te gustaba el tenis.
-El tenis os gustaba a vosotros, a mi lo que me gustaba era y es el piano. Me disteis a elegir y como elegí el piano dijisteis que era mejor el tenis, que el tenis esto y lo otro. Pero llegó un momento que lo odiaba y vosotros insistiendo...
- Y fue cuando dejaste de comer y como estabas débil se te rompió el pie. Mira ahora, donde estás, en una silla de ruedas.
- Ya estamos... otra vez a llorar.
- Mamá, tu no te metas, por favor.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio