Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

jueves, 7 de mayo de 2009

TERESA Y SOLEDAD, HERMANAS

IV
El viaje hasta urgencias.


- Te llevamos a Urgencias del Ramón y Cajal. Has tenido un mareo y convulsiones muy extrañas.
- No quiero ir a ningún sitio papá, sabes que odio los Hospitales. Ya estoy bien, da la vuelta por favor.
- No llores hija, que lo más seguro que no sea nada y que en unas horas te manden para casa. Conviene que te tengan en observación unas horas y que te pongan un tratamiento.
- Pero papá, tengo miedo de entrar y de que ya no pueda salir porque me muera.
- No tengas miedo hija, no te vas a morir, precisamente para eso te llevamos, para que te observen y te curen.
- Mamá, que llevo cuatro operaciones y sé lo que pasa en esos sitios tan horribles. Tu no tenías que haber venido, Teresa, mañana te espera un viaje muy largo y habrá caravana.
- Que cosas dices Sol, en casa me iba a quedar. Prefiero estar con vosotros a ver qué dicen los médicos y si hace falta me quedo unos días. Llamo al trabajo el lunes y me dan los días que necesite.
- Se ha quedado como dormida, papá. Date prisa.
- Pero si es que no se bien cómo se va. Prefiero ir mirando los carteles indicadores. Mira que he venido veces pero siempre me lío.
- Vete tranquilo no vaya a ser que nos choquemos o que te pierdas, entonces si que no llegamos.
- También tu mamá, siempre tan animosa.
- ¿Como va, Teresa?
- Ardiendo papá, debe tener cuarenta y pico.
- Es que la noche no me gusta nada para conducir. Creo que acerté. Debe ser donde aquel luminoso rojo.
- Si ahí es, para a la puerta que me bajo a avisar a alguien que nos ayude. Tu aparcas el coche bien y nos buscas.
- Cojan una silla de esas y ahora sale un celador a ayudarles.
- Gracias, ¿qué le ha pasado a ese chico que entraba con la cara llena de sangre?
- Lo de siempre, un accidente de tráfico. Dice que venía normal y le envistió un coche por detrás. Vete a saber como vendría él.
- Por favor, tenga mucho cuidado en cómo la coge, tiene un píe inflamado y no puede rozarse con nada hasta que la operen.
- Descuide mujer, somos profesionales. Vamos a ver esta moza tan guapa, pero si pesa como una pluma. Hay que comer más. Es muy guapa esta señorita. Señora, no se preocupe que aquí la ponen como a una rosa. Viene mareada y se le pasará en cuanto la miren las enfermeras y doctores. Ya verán. Sujete la pierna mientras la llevamos hasta la camilla. Tiene un pelo precioso, lo que son las cosas, se parece a mi sobrina, la de la anorexia. Bueno, ya está, ahora esperen aquí que voy a darle prisa a unas enfermeras para que no la dejen de la mano.
- Muchas gracias, ha sido muy amable.
- No se preocupe, es nuestro trabajo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio