Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

sábado, 17 de octubre de 2009

La belleza del placer.

Al romper el día, las fuerzas después de tanta batalla y tanto acontecimiento, flaquean y los cuerpos piden un respiro. Leo no quiere ser la dominadora, pero lo es. Lena no quiere ser la dominada, pero lo es. Las dos duermen con las piernas y los pies entrecruzados pero es Leo la que deja que su amiga le abrace.
El reloj biológico parece funcionar perfectamente y antes de que sean las ocho se despiertan y abren los ojos casi a la vez. Sus cuerpos y sus sentidos se han sincronizado de forma natural.
- ¿Estás despierta?
- Si
- ¿Qué tal estás?
- Bien, pero estaría mejor si te dieras la vuelta y me miraras a los ojos.
- ¿Para qué quieres que te mire a los ojos?- dijo Leo dándose la vuelta y estirando sus brazos a la vez que bostezaba.
- ¿Ves? Si te veo la cara, los ojos, el pelo revuelto, tus pechos, si te veo frente a mi y que me miras, me siento en la gloria. Necesito ver que me miras, ver que tus ojos miran a los míos. Tuve un sueño. Me había quedado ciega y era la mujer más feliz del mundo porque así no tendría que ver que no me miras.
- Te miro, mi niña, te miro, no estés triste por lo que te pase. Abrázame y mira cómo te miro, deja que te bese despacio, que sientas que mi primer beso del día es para ti. Dame la dulzura de tu esencia y no estés triste nunca ¿Te das cuenta de cómo estás? ¿Te das cuenta de cómo me tienes? Pues aún no ha empezado el día y ya estamos así. Si no controlamos estos sentidos que nos vuelven locas a las dos, acabaremos como el rosario de la aurora. Vamos a bañarnos en la bañera y a las nueve salimos de casa ¿Te parece bien, mi pequeña Lena?
- Me parece perfecto, amor mío.
- No me llames amor mío. Sabes que no lo soy. Tu necesitas amar a un hombre, sólo puedo ser tu maestra, si realmente te interesa aprender Arte y que te enseñe con tu presencia mientras trabajo.
- Si. Tienes razón, tu no eres mi amor, sin embargo, lo eres. No podría permitir que me hagas el amor como me lo haces si no fuera porque siento amor por ti. Por favor Leo, permite que te ame mientras eres mi maestra.
- Te dejo que me ames con una condición: que te ames a ti misma más que a nada en el mundo y que aprendas de mi y de lo que creas que te enriquece espiritualmente. El sexo es el preámbulo que usamos para acercarnos al mundo infinito y misterioso de la belleza y del Arte. Ámame si lo necesitas para adentrarte en mi mundo y prepararte para estar despierta a lo que venga en el futuro. Esta tarde tendremos que organizar la fiesta de la noche. Los poetas y pintores que vendrán tienen que ser agasajados por nosotras y deben quedar alucinados por lo que les ofreceremos y por lo que obtendrán. Los cuadros están dispuestos para que los contemplen pero soy consciente de sus imperfecciones y de sus carencias, nunca dejaré de ser una aprendiz y eso me hace daño, mucho daño. No te puedes imaginar el sufrimiento que se siente al comprobar que los resultados se acercan ligeramente a lo que de verdad quisiera plasmar como artista. Mientras tanto, no me queda otra que ser la mejor vendedora de mi misma y tu, tan joven, tan guapa, tan niña pequeña, me vendrás bien como colaboradora en la presentación de esta noche. Ponte un vestido negro escotado y píntate los labios de rojo pasión y en los ojos, mucho brillo, al menos tanto como ahora ¿Quieres, mi pequeña Lena?
- Si, claro que si. Haré lo que me digas. Tu lengua, dios tu lengua, me desarma cuando hablas con esa voz que es música, cuando me besas, cuando me haces todo lo que me haces... te diré amor mío, aunque me lo prohíbas y seré tu alumna y tu admiradora y tu niña pequeña y tu... bésame hasta que me ahogue, por favor.
- Cierra los ojos mientras te beso. Sentirás lo que es desear morirse por lo insoportable de tanta belleza. La belleza del placer de tener lo que se desea. Abre.
- Si.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio