Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

domingo, 24 de agosto de 2008

La noche

En la habitación, cuando está Marlene, parecen abrirse las páginas de un nuevo libro, cuyo contenido imaginario, literario e intelectual, me transportan a un mundo de sorpresa, aventura y sabiduría que nunca se termina. Escucharla es, para mi, de lo más enriquecedor y valioso, que he tenido la suerte de experimentar desde que llegué a ésta ciudad de inmensidades. Sus diez años mayor que yo, su procedencia de un país, como es el Perú, tan lejano y desconocido para mi, sus estudios y conocimientos sobre casi todos los aspectos, sus vivencias, su todo, hacen que yo la vea como a una persona de la que se puede aprender infinitas lecciones de vida.
A pesar de que ya eran las tres de la mañana, de que estábamos medio borrachas y de que yo tenía que levantarme a las siete para a ir con el hombre que no ve, a pesar de eso, aún tuvimos fuerzas para estar juntas y disfrutando al menos otras dos horas.
Desnuda, abrió la ropa de su cama, sobre la sábana puso una toalla, sobre la lámpara una camiseta de color rosa, que dejó la semipenumbra de la habitación con un colorido semejante al de un amanecer en el horizonte. Doblando la almohada se colocó medio incorporada mirando para mi.
- Ese radio cassette, que has conseguido, nos vendrá muy bien para escuchar música mientras escribimos o estudiamos. Buscaremos una buena emisora de radio, grabaremos cassettes que nos vayan dejando los amigos o conocidos y poco a poco, dispondremos de una discoteca, como si dijéramos, variada y de calidad superior, lejos de lo chabacano y comercial. Tienes que conseguir una buena cultura musical. Estoy muy triste Angie, a pesar de haber follado como una loca, de estar medio borracha, de todo esto que nos pasa, estoy muy triste y me vienen una enormes ganas de llorar. Cuando empecé mi carrera de periodismo conocí al hombre de mi vida. Estuvimos enamorados como no se puede estar más. Caminábamos por Lima, abrazados, riéndonos como chiquillos, tuvimos una relación de lo más hermoso que pueda existir y habíamos hablado de boda, de hijos, de viajes, de la casa de nuestros sueños, de todas las cosas que habla una pareja que se quiere con locura. Disfrutábamos de nuestro sexo con toda la intensidad imaginable. Tuve que hacer un viaje de ocho días a Arequipa, cuando se murió mi mamá. Imagínate. A la vuelta, noté que algo raro había pasado. Ya no era el mismo, después de tan solo ocho días, ya no era el mismo. Descubrí que tenía una nueva novia, mucho más rica que yo. En unos meses se casó con ella y ahora viven en Londres, tienen una niña de cuatro años y esperan otro hijo para Navidad. Me escribe, clandestinamente, o me llama y me dice que soy su amor de toda la vida y que siempre lo seré. Así que... yo me he volcado con mi carrera y con mi vida cuyo objetivo es no pasarlo mal, al menos no pasarlo tan mal. Cuando termine mi Doctorado aquí, en Madrid, me instalaré en París y allí conoceré a un hombre, francés, griego, polaco, ruso, portugués, lo que sea, el caso es que me quiera y respete tal y como soy. Tendré mi casa propia, aunque sea alquilada, y allí potenciaré mi carrera y mi desarrollo artístico. Escribiré poesía y novela, pintaré o haré teatro, vete a saber. Allí tendrás tu casa, siempre que quieras, habrá una habitación disponible para ti en París. Silvie, la francesa, me está facilitando la posibilidad. Con ella practico el idioma, aparte del sexo y me pone en contacto con las personas que necesitaré en su país. Como peruana estoy muy orgullosa de ser compatriota de Mario Vargas Llosa y tu tienes que leerle y leer a Gabriel García Márquez, a Julio Cortazar, a Carlos Fuentes, a Octavio Paz. Te queda mucho que aprender Angie, pero no te preocupes, yo a tu edad no sabía tanto como sabes tu. Debes estar orgullosa, muy orgullosa, porque caes bien a la gente, porque tienes habilidad para las relaciones con las personas y tendrás mucho éxito personal y profesional. Tendrás que ir dando pasos lentos, pero precisos, y llegarás lejos. Te envidio Angie y te admiro, te lo juro por mamá que ya está muerta.
- Y yo a ti, Marlene, pero no llores, por favor, no llores o me pondré yo también a llorar, porque nadie en mi vida me ha hablado como tu y me ha enseñado tantas cosas y ¿Sabes una cosa? A ésta hora, justo a esta hora, hace ocho días que me levanté de la cama a prepararme para el viaje desde mi pueblo hasta Benavente y desde allí, hasta Madrid. Esta noche, a las ocho y media, se cumplirá mi primera semana en esta ciudad y ¿sabes otra cosa? Tengo sueño y necesito dormir pero no importa... te escucho con la condición de que no llores.
- ¿Pues sabes otra cosa, Angie? A dormir, que te enrollas como las persianas, como decís los españoles. Hasta mañana pendeja, que eres la mejor escuchadora que he tenido nunca.- Se dio la vuelta y lloró amargamente hasta que se durmió.
También me di la vuelta, apagué la luz y lloré, lloré mucho, hasta que me vino el sueño y soñé que un hombre alto, vestido de oscuro, me arrancaba con su boca cuatro pelos negros y erizados de mi pubis y de su boca los pasaba hasta la mía y yo... me dejaba caer en el abismo.
“Anoche, cuando dormía,/ soñé, ¡bendita ilusión!,/ que una fontana fluía de mi corazón./”. Antonio Machado.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio