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jueves, 27 de agosto de 2009

El aullido de los perros y lo sublime.

IV
El aullido de los perros y la estatua.

Un día de verano mi papá me llevó con él a moler trigo al molino. Iba subida en los sacos que llevábamos en el carro de vacas y cerca de las escuelas había unos perros tomando el sol. El molinero no estaba en su molino pero nos dijo su mujer que descargara, mi papá, el carro y que volviera mañana a buscar la harina.
Al regresar por donde los perros, resultó que se habían unido y no se podían soltar. La perra aullaba muy bajito y despacio, como si le doliera mucho y llorara, el perro, más grande y sin consideración, aullaba satisfecho. Me parecía a mi que querían soltarse de la parte de atrás del cuerpo, por donde estaban pegados, sin conseguirlo.
- Papá, ¿Por qué llora la perrita?
- Aquella nube tiene forma de barco y la otra de pipa de marinero.
- Lo de las nubes lo inventé yo, no te hagas el desentendido ¿Por qué llora la perrita?
- Son cosas de la naturaleza, cuando seas mayor lo entenderás.
- ¿Qué es la naturaleza? ¿Me lo puedes decir?
La suite de la planta onceava del Hotel Diplomatic, que nos tocaba compartir a Miryam y a mi, era grande, elegante y lujosa, como todo el Hotel. La habitación más espaciosa y mejor decorada que yo había visto jamás, de película vaya. Desde sus grandes ventanales se podía ver el mar a lo lejos, los tejados, la Catedral, Barcelona iluminada y señorial a mis pies y percibí una sensación de bienestar, de satisfacción personal, por poder vivir durante una semana en tan privilegiado lugar. Contemplando el horizonte desde aquel lugar me parecía a mi que estaba cerca de la gloria. Mis lágrimas emocionadas, no pasaron desapercibidas y Miriam me abrazó por detrás y dijo que estábamos aquí para trabajar y a la vez para disfrutar de la ciudad y del éxito de haber sido seleccionada por la Compañía. Miryam huele a amapola, creo. En la pared, casualidades de la vida, reproducciones de cuadros de Gustav Klimt, litografías de Miró, Dalí y Andy Warholl.
- Esmeralda, aquí estamos, y lo que hagamos, o digamos, será nuestro particular secreto. Todo es confidencial entre tu y yo. Nada de lo que veas, o de lo que hagamos, saldrá jamás de aquí y quedará para siempre como nuestro secreto. Tengo muchos amigos catalanes y voy a quedar para cenar con ellos, te vienes y te los presento. Me voy a servir un cuba libre ¿Quieres?
- No, muchas gracias. Solo coca-cola ¿Quieres un Paxton?
- Si. Me voy a desnudar ¿Te importa?
- No. Puedes estar tranquila, nunca diré nada. -Miryam se servía un Ballantines con coca-cola y se iba quitando la ropa mientras hablaba por teléfono.
- Anna. Ya soc aquí ¿Hay partida? Está bien. Una amiga va conmigo.
En el baño, el sonido de la ducha y el vapor del agua caliente... y yo sin saber muy bien qué hacer. Pensaba que lo mejor sería dejar que ella lleve la iniciativa de todo. Comportarme pasivamente y observando. Aprehender cada detalle y cada sensación. Miryam me pidió la toalla y pude ver su hermoso cuerpo completamente mojado y brillante. Podría ser modelo de artista, Miryam tiene magnetismo personal, tiene... atracción y me lleva continuamente los ojos a los suyos porque prefiero no embelesarme con el resto, su boca, por ejemplo. Volví a asomarme al exterior mientras, mecánicamente, me desnudaba para entrar en la ducha cuando saliera ella.
- Tienes cuerpo efébico, Esmeralda. Pareces un muchacho desnudo de Sorolla en la playa, eres mitad mujer y mitad hombre. Tus caderas aún no son anchas, tus senos aún no han crecido del todo y tus pezones son de chico. Eres hermosa y hermoso a la vez. Con ese cuerpo tienes la mitad del éxito en la vida cerca de tus manos. Podrás conseguir casi todos tus sueños, porque eres como un ángel. Y esos tus ojos que no sabe una si son azules o grises. Llevas el vello del pubis salvaje y agreste, sin arreglar y eso es muy excitante para los hombres y para algunas mujeres. No te preocupes por el curso, tendrás que estudiar, pero habrá tiempo para ver y hacer muchas cosas en esta ciudad tan deslumbrante. Hazte amiga de alguna compañera y sal a descubrir Barcelona con ella, porque yo tendré reuniones de trabajo algunas noches. No te preocupes si ves que me retraso.
En la calle, Barcelona olía a mar y a progreso, a ebriedad de los sentidos. Barcelona me excita, me enerva, me invita al desenfreno, a la locura. La gente habla en todos los idiomas del mundo, las mujeres son hermosas, elegantes y deshinbidas y los hombres me miran con cara de deseo y yo... en una nube, entre atolondrada y absorta. Acabo de llegar y en este instante me gustaría quedarme como una estatua, derretida en lo sublime y petrificada para siempre. Tanta belleza hace daño.

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